Y esto es todo, este es el último post de "La bitácora" como eso, una bitácora de Formación y Orientación. Así que para cerrar con broche de oro, comentare, de forma breve, la repercusión que ha tenido en mí este curso a lo largo de los casi 5 meses que ha tomado culminarlo.
En primer lugar, aclarar que esto se remonta a mucho antes, un año antes, para ser exacto. Yo, Víctor Camino, fui reclutado para formar parte de las filas de la primera generación de Talento Toulouse, un espacio para desarrollar no solo profesionales con conocimientos de la carrera, sino personas con habilidades blandas, un valor agregado de gran demanda en el mercado laboral actual. A través de esos dos cursos empecé a conocerme mejor y a reconocer ciertos errores que estaba cometiendo en mi desarrollo profesional, errores que sigo intentando erradicar hasta el día de hoy, y que, sin ánimos de sonar demasiado confiando, estoy consiguiendo hacerlo.
El curso de Formación y Orientación evoluciona como parte de la propuesta de implementar habilidades blandas en la curricula, y es así, como sin esperarlo, me encontré en un "tercer taller" de Talento Toulouse. Algunos temas tocados fueron similares, si, pero de alguna forma u otra este ciclo me ha ayudado a masticar y digerir ciertas cosas de una mejor manera. Como dije en posts anteriores, yo me considero una persona con problemas a la hora de socializar, una persona que trata pero no siempre consigue. La razón principal: el miedo. ¿Y? Bueno, no sé si han sido los tipos de dinámicas o el ambiente generado por nuestra magnifica docente (a la cual agradezco mucho, pese a que tal vez sea uno de los que más pasa desapercibido del salón), pero en resumen, este ciclo me he soltado mucho más que en otros. Tanto dentro como fuera del salón de clases.
He aprendido poco a poco a que hay cosas a las cuales no temer, porque no siempre se van a reír de tus errores, y si lo hacen, son solo eso, risas. Aun y cuando no sean risas, si no miradas despectivas o palabras de odio, esas cosas, esas terribles cosas, salen de esas personas y se quedan con esas personas. Nace y muere allí, en el nido. Tu sigues bien, no tienes nada que perder y mucho por ganar.
Así que gracias, a todos los involucrados, a los que van a leer esto y a los que no. Han sido unos buenos meses. Espero volver a encontrarlos en la vida.
De nuevo, y de nuevo: Gracias.
- Víctor Camino
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